EL FERROBÚS (Más rápido que el Corto, más moderno y más imparcial)

Cuando notas cierto frío por la rabadilla y las coyunturas se te resquebrajan, o estás de agua hasta la rodilla o es que estás hasta el gorro de tus gobernadores... (Alexander Fleming a punto de inventar la penicilina).

viernes, octubre 13, 2006

ITE, MISA EST


Así terminarán (o podrán terminar) los reverendos su oración, despedida y cierre. Es como contar un chiste en arameo, o un mitin en chino (que es lo que hacen los políticos, que no hay quien los entienda).
Y es que el nuevo Santi (el B-16) está en puertas de permitir la misa tridentina (esa que se ha practicado durante diecinueve siglos; hasta que el Concilio Vaticano2 se marcó el detalle de rezar en "lenguas vulgares"). Que digo yo, que si ni en vernacula lingua se aglomera el personal a las puertas del templo -rectifico, sí se aglomeran a las puertas: lo que no hacen es entrar-, cuando te la digan en latín, la misa la oirán tres gatos, dos beatas sordas y el sacristán -que para eso cobra-.

A mi, desde mi agnóstica beligerancia me da plim. Pero hay que reconocer que entre el debate del limbo (cuando acontece el óbito del vástago antes del riego iniciático, su "alma" reposará eternamente en ese lóbrego espacio sin servicio de habitaciones ni barrio sésamo por las tardes) y la misa en latín (te lo digo para que no te enteres, que es mejor) os están dejando una basca que es mejor hacerse del Atleti... (que también es un sufrir).

Es jodido pensar que en estas fechas en que vivimos aún perduren pensamientos -pensar/mentir- que postulan desde el púlpito que todo niño nace culpable por lo que hicieran su tataratataratataratataratataratataratataratataratataratatarabuelo y su tataratataratataratataratataratataratataratataratataratatarabuela, que no está claro qué delito cometieron. Pero tuvo que ser muy gordo para saltarse las leyes hasta del país más chapucero del mundo que afirman que nadie es reo de las culpas de sus ancentros.¿O sí?)

Y otrosí con respecto al rezo en latinas formas. Será algo así como cuando tarareamos la "estranyer indenái", pero sin poder bailar ni meter mano. Joer con los idiomas.